martes, 13 de diciembre de 2011

Harto.

"30 años ya que estamos mal gobernados."

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86: Liberacion
90: PUSC
94: Liberacion
98: PUSC
02: PUSC
06 : Liberacion
10: Liberacion

Casualidad?

Estoy sinceramente harto de leer en todo lado que nada se ha hecho por este pais en 3 años, saber que todos estamos muy conscientes de los problemas de este pais, pero solo nos indignamos cuando por fin algo inteligente se hace: intentar reducir el deficit fiscal. Y obviamente todo es culpa del PAC. Jamas del partido que goberno, jamas del partido en el poder. Irritante. Estoy harto. O votan bien o dejan de berrear. Si no, cerramos el chinamo y vamos todos a la Biblica y a la Ulatina. Y no por la pista.

martes, 10 de agosto de 2010

Consideraciones sobre el FEES y la educación en Costa Rica.

Ahora que las negociaciones sobre el FEES están causando roncha y preocupación en ciertos sectores de la sociedad, pienso que hay que tomar en consideración ciertos puntos.

1) CONARE pide un 11% de incremento anual por cinco años del FEES. Ese es un porcentaje cercano a la inflación anual a la cual estamos acostumbrados, me parece.

2) El gobierno acusa a las Universidades en numerosos campos pagados de destinar los fondos del FEES (y el correspondiente aumento) a financiar costosos aumentos salariales. Adjuntan un gráfico muy didáctico donde la correlación entre aumento presupuestario y aumento de matrícula deja mucho que desear. En la página de la UCR que trata sobre este tema (Financiamiento Justo para las Universidades) no hay ninguna explicación, numeros, gráficos o jeroglífico que desmienta algo así. Ciertamente deja mucho que desear como estrategia mediática (asumiendo que no sea cierto lo que dice el gobierno).

3) La educación superior en Costa Rica es ridículamente barata. Todo mundo sabe que la proporción entre el número de estudiantes de colegios privados que hacen el examen y que ingresan a la Educación Superior Pública es superior a la misma proporción para estudiantes de colegios públicos. Los estudiantes que vienen de colegios privados pagan, en un mes, más o menos lo que se paga por un semestre en la U. Y que los estudiantes que vienen de Colegios Públicos pagan una cifra muy inferior, por año, al costo de un semestre en la UCR.
Ahora, muchos estudiantes gozan de una beca. Si alguien tuviera la genial idea de aplicar principios equitativos al costo del semestre y decidiera por ejemplo, hacer que los que tienen más, paguen más (a algunos le sonará descabellada la idea, pero bueno, hay países donde ¡hasta los impuestos se pagan así!) entonces la UCR tendría digamos, 3 veces más de ingresos por este rubro que podrían aumentar el presupuesto para becas ¡3 veces!. Y aun, muchos egresados de colegios privados seguirían pagando considerablemente menos que en un colegio privado. Eso es una situación donde todos ganan. Y cobra especial relevancia ahora que el Gobierno no quiere dar más dinero. Es una posible solución a un recorte de presupuesto. Y siempre hay que agradecer que vivimos en Costa Rica y no en otros países más al Norte, donde, bueno, la educación superior es más que cara.

4) Las calles se rompen eventualmente, los edificios se caen, los puentes también, las ayudas sociales se acaban, etc... Todo eso genera un incremento general de productividad en el país, nos volvemos más competitivos, etc. Es una buena manera de invertir el dinero de Hacienda. Pero la educación tiene la magia de contribuir más que significativamente al aumento de productividad. En resumen es una excelente inversión porque cada profesional graduado es en si una potencial fuente de riqueza para el país además de un potencial contribuyente a la calidad de vida de la gente. Invertir en educación es una EXCELENTE manera de usar el dinero de los contribuyentes.

lunes, 9 de agosto de 2010

Del referendo del odio.

Costa Rica está llegando a un punto álgido de la discusión sobre las uniones de parejas del mismo sexo. Diciembre cada vez se acerca más y, tristemente, todo el buen sentido común parece cada vez más escaso en nuestras instancias electorales, legislativas y judiciales.

Nuevamente resurge esa polarización que se vivió hace 3 años con el TLC sólo que en este caso es peor incluso. Porque hace 4 años estaba en duda si el Sí o el No implicaban ganancias o perdidas para los costarricenses. Los ticos estábamos votando para defender los hipotéticos beneficios que se podían mantener o perder, segun como terminara la votación y según a quién se escuchara. De ahí la violencia y las pasiones con las que se vivió el proceso.

Pero en este referendo ganan unos y los otros no pierden nada. O pierden unos y los otros no ganan nada. Desde un punto de vista económico, haciendo un cálculo costo-beneficio, no hay razón para que alguien se dedique a hacer campaña a favor del No.

En efecto, el perfil típico de un partidario del No es una persona posiblemente heterosexual, convencida de que las uniones homosexuales no deberían existir legalmente (y probablemente tampoco de hecho). Así, si las uniones homosexuales se vieran legalmente reconocidas y amparadas por la ley, siempre teniendo un status inferior al del matrimonio, un potencial partidario del No nunca se vería afectado (considerando que sea Heterosexual, claro) puesto que el matrimonio seguiría teniendo un status superior y de todas maneras no habría ningún impedimento para que todos los heterosexuales que deseen seguir casándose o procreando lo hagan.

Está claro entonces que un potencial votante del "No" no tiene como motivación la defensa de sus propios intereses o derechos adquiridos, puesto que estos se mantienen intactos. Es obvio entonces que el voto responde a otros parámetros. Por ejemplo, el odio a los homosexuales, patología conocida como Homofobia y que muy hábilmente disfrazan de "defensa de la moral y las buenas costumbres" y que además aliñan con "argumentos biológicos" de poca monta.

Pero más allá del componente patológico de este voto, también podemos encontrar una razón de ineptitud social. En efecto, muchos de los potenciales votantes del "No" se muestran socialmente discapacitados hasta cierto punto puesto que carecen, para empezar, de empatía. Tristemente, el resultado del referendo podría ser un síntoma inequívoco de que los costarricenses no tenemos el menor amor por el prójimo y de que en realidad nuestra idiosincracia está fundamentalmente reñida con la cohesión social.

Es esencialmente la prueba clara de que esto no es más que un "Referendo del Odio" que busca simplemente impedir la plena realización de una parte importante de conciudadanos. En efecto, la democracia participativa se corrompe, desde los púlpitos, desde Observatorios cegados (o ciegos) y entrometidos y desde los mismos pilares de ésta (léase, el Tribunal Supremo de Elecciones) por la pasividad de muchos e incluso la permisiva omisión de principios básicos y evidentes de la democracia por parte de ciertos Magistrados.

En efecto, se necesita un considerable esfuerzo para que personas instruidas en los principios básicos del Derecho logren omitir un hecho muy lógico y que es obvio para todo aquel con sentido común(el menos común de los sentidos): si las mayorías deciden sobre las minorías, las minorías llevan las de perder.

Y sin embargo, aun hay gente que ciegamente, sordamente y casi que inercialmente se empeñan en creer y hacer creer que en este referendo está en juego algo así como la supervivencia de la especie o "la moral y las buenas costumbres" de la sociedad tica o la salvación de Costa Rica de los fuegos eternos infernales(?).

Al parecer las "buenas costumbres" no contemplan el derecho a amar a quién se quiera (hay que amar a quién se debe) ni el deber de tolerar al prójimo ni el deber de la sociedad de permitir a sus miembros la realización de sus cometidos en la sociedad. Menos aún contemplan el hecho de que la ley debería proteger a todos los ciudadanos, no sólo a los que se dedican a tener chiquitos.

Porque, y aquí no puedo evitar el sarcasmo, es obvio que el día que una ley así se apruebe el 99% de los heterosexuales van a salir del clóset para unirse a alguien de su mismo sexo y la capacidad reproductiva de nuestra sociedad se verá gravemente comprometida.

O peor aun, los jóvenes, por ejemplo, ya no tendrán que tener ese largo y horrible debate sobre si salir del clóset o no. Ya no existiría la dicotomía entre tener una vida "normal" como Dios manda o si caer en la "perversión" de la homosexualidad. No, no existiría. Estoy seguro de que más y más parejas, más y más personas que han vivido mucho tiempo con ese "ser o no ser" decidirían ser quien son y no ser quién la sociedad quiere que sean. Pero, total, parece que no es del interés público ni de los defensores de la "moral y las buenas costumbres" que la mayoría de la gente sea feliz. (Al parecer eso no es una buena costumbre, como si parecen serlo la discriminación y odio-a-todos-los-que-no-son-como-yo).

Es más que obvio que un buen contigente de heterosexuales (creo que demográficamente, somos una mayoría) siguen dispuestos a seguir casándose (algunos de hecho parecen ser coleccionistas de matrimonios) y procreando (o, en muchos casos, seguir metiendo goles y jalándose tortas) niños y niñas. A nadie en realidad le importa mucho que vivan en familias que dejan mucho que desear en cuanto a afecto y cariño o incluso valores, siempre y cuando sean un hombre y una mujer. Nadie parece contemplar la posibilidad de que más allá de la reproducción (que de todas maneras no está vedada a las parejas homosexuales), las parejas homosexuales aun puedan formar una familia y proveer de amor a un niño o a una niña e inculcarle valores decentes que, de por si, hoy brillan por su ausencia en nuestra sociedad.

Al parecer, hoy por hoy, la familia heterosexual, disfuncional incluso, ostenta el Gran Monopolio de la Transmisión de Valores y del Amor a los niños. Solo hay que ir al Hospital de Niños o al Centro de Detención de Menores en el Zurquí para comprobar como el principal enemigo de la Familia no son las uniones homosexuales.

domingo, 8 de agosto de 2010

Avanzar pa'trás

Vengo de un país donde las cosas más extrañas pasan. No sé si es un orgullo criollo mío o qué, pero siempre he considerado que mi país es excepcional en muchos sentidos. Más específicamente, atípico. Desde las direcciones, hasta la política, pasando por el futbol. Nuestra idiosincracia es sin duda peculiar.

Tal vez por eso hay que ver cada cosa en este país... Por eso este blog, porque hay cosas que simplemente no dejan que uno como ciudadano de a pie se quede callado.

Empecemos entonces.